En el capitulo anterior de “La Fortaleza de la Soledad de Sir David von Templo”… No, no es cierto. En el post anterior, mencione que la ignorancia no está ligada con la falta de dinero y oportunidades de las personas, sino que se pueden presentar casos de gente espantosamente ignorante (ignorante no en el sentido de que no sepan nada, ya que en ese sentido, todos ignoramos un chingo de cosas, sino ignorante en el sentido de que no les interesa saber otra cosa más que datos triviales de celebridades y demás reverendas chingaderas) en muchos ámbitos, que pertenecen a los estratos sociales más pudientes de la sociedad.
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En el post anterior mencione algunos ejemplos que me han tocado ver en mi transitar por la universidad. Pero este problema no es endémico de nuestro México lindo y querido, sino que se presenta hasta en los países que podemos considerar de primer mundo.
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Pensemos en nuestro vecino del norte, Estados Unidos de Norteamérica. Sabemos que es un país con una economía que podríamos llamar “solida”, donde la gente tiene acceso fácil y barato a los servicios básicos, donde se puede vivir relativamente bien. Sabemos que es un país en donde se les presta ayuda a todos aquellos profesionistas que se fugan de sus países de origen, ya sea por ser perseguidos por lo que saben, o porque en sus países de origen no cuentan ni contarán con el apoyo de sus compatriotas. Sabemos que es un país con un desarrollo tecnológico considerable, cuna que vio nacer los instrumentos y sistemas operativos que nos facilitan la vida y nos entretienen.
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Uno pensaría que en un país que funciona (y funcionó tan bien que se chingó al resto del mundo en el proceso), la gente tendría acceso fácil y sin restricciones al conocimiento (conocimiento importante). Pero cuando uno crece y deja de creen en el ratoncito Pérez o en Kalimán, se puede llevar unas sorpresas un tanto desagradables, pero al mismo tiempo, se explica muchas cosas, como por ejemplo ¿Cómo puede ser posible que a tantos gringos no les moleste, o que incluso, les parezca una idea sensata, que se enseñe el creacionismo en las escuelas? ¿Cómo puede ser posible que George W. Bush gobernara durante 8 años la “Tierra de la Libertad”? ¿Cómo puede ser posible que se tomen en serio las opiniones de una persona tan idiota como lo es Sarah Palin? ¿Cómo es posible que la gente haga filas interminables para conseguir un libro, un videojuego o un juguete (como si no los fueran a volver a fabricar…)? Tantas, tantas cosas que yo me pregunto…
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Pero para que vean que no soy un simple prejuicioso antigringos, les pongo un pequeño videíto. Como diría mi abuela, “para muestra basta un botón”:
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¿Pudieron notar algo particular en las personas entrevistadas? Si fueron perspicaces, se habrán dado cuenta que se entrevistaron a personas de todos los estratos sociales y orígenes raciales. Eso sí, mayoría de los entrevistados fueron güeritos, los mismos güeritos que se hacen llamar americanos, así a secas, valiéndoles madre que América es un continente pluricultural, y no nada más su país.
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Y una vez más vuelvo a lo mismo. La mente humana tiene un potencial casi ilimitado, y por ende, es un derecho, a la vez que una obligación, procurar nutrir nuestro intelecto con cosas que realmente valgan la pena. No intentar aprender cosas nuevas me parece una falta de respeto a la humanidad y su historia. Piensen en el esfuerzo que requirió por parte de los grandes pensadores desarrollar sus teorías, inventos y filosofías que llegan a nosotros en la actualidad. ¿No creen que de estar ellos presenciando nuestra rutina se sentirían decepcionados de ver como usamos nuestro potencial en puras pendejadas? ¿No creen que se sentirían decepcionados de ver como su trabajo es menospreciado? Yo creo que sí.
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Y vuelvo a hacer hincapié en lo que dije en el post pasado: Los que sabemos más del mundo en el que vivimos, y sentimos una pasión por aprender, tenemos que transmitir nuestros conocimientos a la par de nuestra pasión por aprender. Creo que lo más importante es propagar la curiosidad, a la par del escepticismo. Que la gente se pregunte ¿Por qué?, como los niños pequeños (alabanzas a Sócrates por acuñar el término “mayéutica”). Compartir el conocimiento, al igual que se comparten los bienes materiales.
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Sir David von Templo, Cambio y Fuera.
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En el post anterior mencione algunos ejemplos que me han tocado ver en mi transitar por la universidad. Pero este problema no es endémico de nuestro México lindo y querido, sino que se presenta hasta en los países que podemos considerar de primer mundo.
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Pensemos en nuestro vecino del norte, Estados Unidos de Norteamérica. Sabemos que es un país con una economía que podríamos llamar “solida”, donde la gente tiene acceso fácil y barato a los servicios básicos, donde se puede vivir relativamente bien. Sabemos que es un país en donde se les presta ayuda a todos aquellos profesionistas que se fugan de sus países de origen, ya sea por ser perseguidos por lo que saben, o porque en sus países de origen no cuentan ni contarán con el apoyo de sus compatriotas. Sabemos que es un país con un desarrollo tecnológico considerable, cuna que vio nacer los instrumentos y sistemas operativos que nos facilitan la vida y nos entretienen.
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Uno pensaría que en un país que funciona (y funcionó tan bien que se chingó al resto del mundo en el proceso), la gente tendría acceso fácil y sin restricciones al conocimiento (conocimiento importante). Pero cuando uno crece y deja de creen en el ratoncito Pérez o en Kalimán, se puede llevar unas sorpresas un tanto desagradables, pero al mismo tiempo, se explica muchas cosas, como por ejemplo ¿Cómo puede ser posible que a tantos gringos no les moleste, o que incluso, les parezca una idea sensata, que se enseñe el creacionismo en las escuelas? ¿Cómo puede ser posible que George W. Bush gobernara durante 8 años la “Tierra de la Libertad”? ¿Cómo puede ser posible que se tomen en serio las opiniones de una persona tan idiota como lo es Sarah Palin? ¿Cómo es posible que la gente haga filas interminables para conseguir un libro, un videojuego o un juguete (como si no los fueran a volver a fabricar…)? Tantas, tantas cosas que yo me pregunto…
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Pero para que vean que no soy un simple prejuicioso antigringos, les pongo un pequeño videíto. Como diría mi abuela, “para muestra basta un botón”:
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¿Pudieron notar algo particular en las personas entrevistadas? Si fueron perspicaces, se habrán dado cuenta que se entrevistaron a personas de todos los estratos sociales y orígenes raciales. Eso sí, mayoría de los entrevistados fueron güeritos, los mismos güeritos que se hacen llamar americanos, así a secas, valiéndoles madre que América es un continente pluricultural, y no nada más su país.
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Y una vez más vuelvo a lo mismo. La mente humana tiene un potencial casi ilimitado, y por ende, es un derecho, a la vez que una obligación, procurar nutrir nuestro intelecto con cosas que realmente valgan la pena. No intentar aprender cosas nuevas me parece una falta de respeto a la humanidad y su historia. Piensen en el esfuerzo que requirió por parte de los grandes pensadores desarrollar sus teorías, inventos y filosofías que llegan a nosotros en la actualidad. ¿No creen que de estar ellos presenciando nuestra rutina se sentirían decepcionados de ver como usamos nuestro potencial en puras pendejadas? ¿No creen que se sentirían decepcionados de ver como su trabajo es menospreciado? Yo creo que sí.
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Y vuelvo a hacer hincapié en lo que dije en el post pasado: Los que sabemos más del mundo en el que vivimos, y sentimos una pasión por aprender, tenemos que transmitir nuestros conocimientos a la par de nuestra pasión por aprender. Creo que lo más importante es propagar la curiosidad, a la par del escepticismo. Que la gente se pregunte ¿Por qué?, como los niños pequeños (alabanzas a Sócrates por acuñar el término “mayéutica”). Compartir el conocimiento, al igual que se comparten los bienes materiales.
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Sir David von Templo, Cambio y Fuera.
1 comentario:
Muy bien el abordar el tema, David. La ignorancia es un problema extendido, que no es visto ya como tal, sino como sinonimo de dicha. Se le fomenta y se le justifica en distintos niveles, y es la causa de la mayoria de los problemas financieros y de salud, entre otros. Sueño aun con un mundo que abrace al conocimiento y a la autoconservacion de la misma forma que lo haria con las posesiones materiales.
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